PRECEPTOS

Entre individuos libres se respeta la libertad de cada uno, teniendo siempre como límite natural, no causar daño a otros.

Ser Libre pensador, es decir, individuos que constituyen sus opiniones y certezas sobre un análisis imparcial de hechos y son dueños de sus propias decisiones.

Cuidar el cuerpo físico: El cuerpo como unidad básica para el desarrollo en el mundo material es considerado nuestro Templo Sagrado material individual, por tanto, se debe mantener en buenas condiciones de salud física y mental: se debe cuidar, respetar, valorar y preservar lo más posible para cumplir con la misión individual que nos corresponde en el espacio tiempo de nuestra existencia terrenal.

Sobre el cuidado de nuestro Templo individual, se debe velar por: Mantener la higiene física, mental, y extra corporal. Alimentar de forma equilibrada de tal forma de entregar todos los nutrientes necesarios para su desarrollo, mantención y reparación. Se debe realizar suficiente actividad física que lo mantenga en buen estado y funcional, considerando también el necesario descanso y esparcimiento. Se debe cuidar la salud psíquica y mental, manteniendo un estado de tranquilidad, equilibrio y pensamientos positivos.

Se debe mantener paz espiritual y comunicación con el ser interno para realizar la conexión con la divinidad o conciencia superior universal.

Queda expresamente prohibido alterar la mente, a través de cualquier ciencia o tecnología, existente o por existir, con productos sintéticos y/o procesados que alteren las cualidades mentales o de la conciencia.

Queda expresamente prohibido alterar el cuerpo, a través de cualquier ciencia o tecnología, existente o por existir, que utilice sustancias, aparatos o procedimientos que generen alucinaciones, cambios físicos, cambios químicos, mutaciones genéticas, cambios psíquicos, cambios de estados mentales, cambios de humor y de ánimo.

Queda expresamente prohibido introducir cualquier sustancia dentro del cuerpo por vía de inoculación, inyección, parches cutáneos, aspiración u otros. También se prohibe la introducción de cualquier aparato, artefacto o cosa artificial a nuestro cuerpo.

Teniendo en cuenta, que por sobre todo abogamos por el principio eterno del libre albedrío y el derecho divino a la libertad de acción u omisión, las prohibiciones pueden desestimarse conscientemente, como individuo libre, pensante y soberano de sus decisiones, bajo su propia responsabilidad,
su determinación, su VOLUNTAD y/o su conciencia.

Nos percibimos como hijos del Ser Supremo y debemos obediencia a sus mandatos reflejados en nuestros preceptos religiosos.

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